lunes, 9 de agosto de 2010

Chuletas de cordero al limón con berenjenas

Me gusta cocinar cosas nuevas. Probar ingredientes con los que no estoy acostumbrada a cocinar. ¿Cuántas veces caemos en los mismos ingredientes, las mismas técnicas? Aunque hay platillos que nunca vuelvo a preparar, siempre aprendo algo: una combinación de sabores, alguna técnica, un nuevo ingrediente favorito. Por ejemplo, después de preparar la crema de pimientos asados, ahora incorporo algunas veces un pimiento asado a alguna crema de verduras y le da un sabor muy especial. Así, sin seguir recetas. Mientras más cocinas, más se desarrolla cierto instinto y más amplio el repertorio de trucos bajo la manga. Por eso, cuando vi esta receta en un periódico me animé a probarla.

Sólo había cocinado cordero una vez, unas albóndigas estilo hindú (muy ricas, por cierto). Tampoco había usado la berenjena. Y el ajonjolí me gusta mucho, pero este modo de utilizarlo no lo conocía. Así que me lancé a la aventura.

Yo utilicé chuletas de cordero, pero no veo razón por la que no puedas usar chuletas de puerco (sin ahumar) o costillitas o algún otro corte de carne.

La ciencia en la cocina: ¿Por qué la carne de distintos animales sabe diferente?

Tú lo has probado, el pollo no sabe igual que el puerco, ni el cordero sabe igual que la res. Hay un sabor presente en todas las carnes que es soluble en agua. Con él no podemos distinguir entre una carne y otra, sólo nos da el inicio de que se trata de una carne. El sabor específico para cada especie está presente en su grasa. Esta grasa es el tejido de reserva, y varía dependiendo del corte de carne (o sea, del tipo de tejido del animal) y de la especie. El cordero produce en su hígado unos ácidos grasos ramificados, utilizando nutrientes liberados por las bacterias de su tracto gastrointestinal y allí reaccionan con timol, que es el compuesto que le da el aroma al tomillo y orégano. Estos ácidos grasos se oxidan en presencia de oxígeno y contribuyen al sabor característico tan intenso de la carne de cordero.
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Rinde: para dos personas

Ingredientes:


6 chuletas de cordero (o puerco, o costillitas)


Para la marinada:
  • 2 ramitas de romero
  • Jugo y ralladura de un limón
  • 1 diente de ajo picado finito o exprimido
  • Un chorrito de aceite de oliva
  • Sal y pimienta
Para las berenjenas:
  • 1 berenjena mediana
  • 2 cucharadas de pasta tahini (coloca en un mortero 3 cucharadas de ajonjolí tostado con 1 cucharada de aceite vegetal y muélelos juntos hasta formar una pasta de ajonjolí)
  • Jugo y ralladura de dos limones
  • 2 cucharadas de aceite de oliva




Marina las chuletas por lo menos dos horas antes de meterlas al horno. Para hacerlo pica finamente el romero, añade el limón y la ralladura, el ajo picado, el aceite, sal y pimienta. 

Unta las chuletas con la mezcla.




Cúbrelas y déjalas reposar.

Una hora antes de cocinarla, rebana la berenjena y sazónala con sal y pimienta.




Prepara una pastita con la pasta de ajonjolí, el jugo y la ralladura de limón y el aceite. Cubre las rebanadas de berenjena con esta pasta y colócalas en una charola para horno.




Hornea las chuletas a 200ºC durante 10-15 minutos. Si tu horno tiene grill utilízalo para dorarlas. Cuando las chuletas lleven 5-7 minutos en el horno mete también las berenjenas. 

Sirve las berenjenas en un plato y coloca encima las chuletas. Adorna con hojas de menta.




¿Qué aprendí con esta receta?
  1. Las chuletas de cordero son ricas aunque un poco grasosas para mi gusto.
  2. Las chuletas de cordero tienen muy poquita carne (necesitas tres por persona, por lo menos).
  3. La marinada le da a la chuleta un sabor muy rico.
  4. Vale la pena probar con otros cortes de carne, no sólo de cordero.
  5. Las berenjenas son rapidísimas y quedaron exquisitas.
  6. Voy a prepararlas más veces con o sin chuletas. 
  7. Las berenjenas están exquisitas.
  8. Las berenjenas están buenísimas.
  9. Quiero más berenjenas.

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